El paso

Me reúno con mi amigo Gaute Ulltang en Skarde, un pequeño pueblo que sirve de punto común para nuestras respectivas rutas desde la costa. La villa está encajonada en la unión de tres valles y prevalece como el límite entre las montañas de Vestland y Rogaland.

Juntos emprendemos nuestro recorrido hacia Røldalsfjellet, el paso de montaña que da nombre a la carretera que lo atraviesa y que queda sustituida por los más modernos túneles de la ruta E134.

Sin el tráfico que antaño vivió esta vía, de curvas cerradas y de anchura modesta, la moto es la mejor opción para recorrerla. En completa soledad, el único sonido que perturba el entorno es el escape de nuestra Triumph Legend tt que resuena en las partes más estrechas del desfiladero.

El día se presenta nublado y sin viento, con oscuras nubes que se condensan fruto de la humead proveniente del mar del Norte. Un fino txirimiri (como decimos en mi tierra) cae imperturbable creando una atmósfera que asosiega y calma nuestra marcha. Nada se mueve en el paisaje, todo permanece estático brindando una falsa sensación de estar siendo observados.

Gracias por leer.

Previous
Previous

Norrøna’s Content Creator

Next
Next

Norwegian Roadtrip: Voss